Hierba
propia de bordes de hayedos y prados de montaña, bastante llamativa por su
gran tamaño que puede alcanzar el metro de altura, sus grandes hojas de
cerraja y sobre todo sus flores azules.
Es una planta provista en la base de
numerosas hojas grandes, como las de las cerrajas, partidas hasta el nervio
central y con segmentos lanceolados y serrados en el borde y abrazadas al
tallo por dos anchas orejas redondeadas y aserradas.
En la extremidad el
tallo se ramifica mucha y produce unos cuantos capítulos de flores azules muy
separadas y formando casi un amplio corimbo.
Cada capítulo está constituido
por unas hojas escamosas verdes imbricadas en varias filas que rodean a un
buen número de flores liguladas azules, semejantes a las de la achicoria.
Tras la fecundación cada flor da lugar a un fruto en aquenio, lenticular y
comprimido, de unos 8 mm de largo y estrechado en un corto apéndice que
sostiene los pelos que lo hacen volar.
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